En verano, sobre todo en días muy calurosos cuando el calor más aprieta, es muy importante prestar mucha mas atención a los perros con el fin de evitar males mayores como el temido golpe de calor.
Si el perro de caza realiza largas caminatas, hace mucho ejercicio o está expuesto al sol en un espacio bastante reducido, los mecanismos de refrigeración (el jadeo) resultan no ser suficientes para compensar el calor generado, llegando incluso a poder provocar la muerte del animal.
Por todo ello, es muy importante adoptar una serie de precauciones extras, para que el animal pueda estar lo más cómodo y saludable posible.
Hidratación y alimentación son algunos de los factores a los que uno debe de prestar mayor atención; aunque también es muy importante mantener el tono muscular del perro a lo largo de todo el año, realizar ejercicios que permitan mantener la forma física, fuerza y resistencia muscular y aplicar los tratamientos adecuados como la vacunación o la desparasitación, varias veces al año siguiendo las recomendaciones del veterinario, etc.
Algunos consejos que te ofrecemos desde Towbox para el cuidado del perro de caza durante los días de calor son:
- Vigilar el peso.
- El peor enemigo es el calor.
- Mantenimiento del tono muscular.
- Respetar la veda.
- Aplicar tratamientos.
Vigilar el peso
En días de calor se debe de intentar repartir las raciones de alimento del animal a lo largo de la jornada, haciendo coincidir sus comidas con las horas de menos calor. Además, si es posible, evitar sacarlo a dar un paseo después de las comidas.
En período de veda muchos perros de caza engordan por la falta de ejercicio para luego perderlo en época de caza. Para que un perro de caza rinda al máximo es importante que mantenga su peso a lo largo de todo el año, ni gordo en la época de veda, ni muy delgado en la época de la caza. Por ello, según la actividad a realizar, es importante buscar un equilibrio entre las raciones y la clase de pienso.
Cuando el animal no sale a cazar necesitará ingerir menos calorías, por lo que todas las calorías que ingiera de más las va a invertir en engordar. Por el contrario, en pleno invierno cuando el animal esté varias horas cazando a temperaturas bajas, va a necesitar ingerir más calorías; de ahí que si ingiere menos calorías de las recomendadas, el perro perderá peso. Equilibrar las raciones y el tipo de pienso son las claves para mantener al perro en perfectas condiciones todo el año.
El peor enemigo es el calor
Uno de los mayores riesgos que puede sufrir el perro en verano es el golpe de calor, llegando a provocar incluso la muerte.
Esto suele ocurrir cuando el animal ha sido expuesto al sol en una zona pequeña y sin ventilación (carro de perros a pleno sol); o cuando el perro ha realizado mucho ejercicio en un día muy caluroso.
Por ello es muy importante mantenerse alerta ante los síntomas como el jadeo excesivo, abundante salivación, respiración y ritmo cardiaco acelerado, temperatura corporal alta, mayor torpeza en el movimiento… para intentar bajar la temperatura corporal del perro lo antes posible colocándolo a la sombra o sumergiéndolo en agua a temperatura ambiente (nunca fría), hasta que la temperatura baje a los 38 º.
La hidratación es primordial y fundamental. Si ya a lo largo de todo el año el animal debe de tener agua a su entera disposición y en todo momento, en verano la cantidad de agua debe de ser mayor para que de esta manera pueda mantener la temperatura corporal idónea.
Es importante mantener el agua en su sitio fresco y vigilar que no beba mucho en una sola vez, sino poquito a poco y en veces espaciadas.
Si la hipertermia persiste durante un determinado tiempo, se puede llegar a producir un grave daño por muerte celular en diferentes órganos:
- A nivel del sistema nervioso central donde ocasionas un edema cerebral.
- Riñón, hígado o aparato circulatorio.
- Alteraciones a nivel de coagulación.
- Vómitos y diarrea con sangre en una fase más avanzada.
- Síntomas de shock, estados de estupor, como e incluso muerte.
Es muy importante acudir a un veterinario para que compruebe los daños internos que pueden haberse ocasionado para que actúe en consecuencia y prevenir posibles secuelas.
El pelo es otro factor muy importante y no a todos los perros se les puede cortar. La piel es un órgano delicado y el pelo ayuda a protegerlo.
Es muy beneficioso realizar un cepillado de manera habitual para retirar el pelo sobrante, polvo o maleza.
Mantenimiento del tono muscular
Un perro de caza bien alimentado, con buena forma física y buenos cuidados, en épocas de caza de máximo rendimiento, en seguida se recuperará para la próxima salida. Todo ello se consigue gracias a un programa de carreras de baja intensidad un par de veces por semana.
También es muy importante mantener al animal en su peso ideal.
Respetar la veda
Para conseguir una recuperación mucho más profunda está la época de veda o período de reposo.
El perro de caza rinde al máximo en los días de trabajo, lo que llega a ocasionar un gran agotamiento. Si el animal tiene una buena forma física y una alimentación adecuada la recuperación será inmediata y en unos días estará de nuevo listo para volver al trabajo.
Es importante que entre los periodos de máxima actividad y los de mínima actividad, ni el peso ni el tono muscular varíen mucho. Por ello es conveniente que el perro realice un mínimo de ejercicios o actividades de deporte durante el tiempo que dure la veda; ya que entre un mes o dos meses el buen entrenamiento se pierde.
Con tan solo salir con el perro un par de veces a la semana, durante media hora o una hora para que corra y realice ejercicios que le permitan mantener su buena forma física, fuerza y resistencia muscular será suficiente. Todo esto le va a permitir tener una base de ejercicio, fondo y tono muscular.
Vacunación y desparasitación
La época más adecuada para vacunar a los perros es el verano ya que es en este período cuando el perro se encuentra más fuerte y sano y con buenas defensas para afrontar la vacunación.
En invierno, en plena temporada de caza con el cansancio, el estrés y el frío, las condiciones físicas del animal pueden verse mermadas.
También es importante desparasitarlos tanto internamente como externamente, para evitar la abundancia de pulgas, garrapatas y mosquitos transmisores de enfermedades.
Jamás hay dejar a los perros en el interior de un vehículo, ni siquiera a la sombra, ya que supone una trampa mortal, llegando incluso a provocar la muerte del animal.